Cuenta atrás para que nuestro país viva un momento histórico: la primera visita de un patriarca ecuménico de Constantinopla, del sucesor del apóstol Andrés. Será del 14 al 18 del octubre cuando Bartolomé pise España para encontrarse con la pequeña comunidad ortodoxa que vive bajo su jurisdicción en la Sacra Metrópolis de España y Portugal y para celebrar dos aniversarios. Los 20 años de la creación de la citada metrópolis y 50 de la consagración de la iglesia de los Santos Andrés y Demetrio, hoy catedral. Precisamente, en el templo catedralicio, en Madrid, nos encontramos con Bessarión, metropolita de España y Portugal y exarca del Mar Mediterráneo. Él ha sido uno de los artífices de que Bartolomé vaya a estar en España. Le insistió una y otra vez hasta que encontró en los aniversarios una buena excusa. «Le dije que este era el momento», afirma en su despacho, iluminado por velas y con un suave olor a incienso y donde nos ofreció a modo de bienvenida un sorbo de mastika, un licor tradicional griego.
Aunque los aniversarios son importantes y los cumpleaños hay que celebrarlos, dice, pone el énfasis en su presencia como líder espiritual de la Iglesia ortodoxa. «Es absolutamente necesario que venga, no solo para mostrar la autoridad o que es el patriarca, sino porque su personalidad es única, carismática y va a ser una bendición. No solo para nuestra metrópolis, sino para todos», agrega.
Llega, además, en un momento complicado para la ortodoxia, con la proliferación, señala Bessarión, de las Iglesias que ponen por encima la nacionalidad antes que el hecho de ser cristianos. «La Iglesia es un solo cuerpo. No se puede dividir en nacionalidades y el único hombre que habla de la verdadera tradición cristiana ortodoxa es Bartolomé. Mostrará y demostrará aquí en España cuál es la belleza de la Iglesia ortodoxa», añade el metropolita.
Uno de los actos centrales de su visita será la celebración de la Divina Liturgia en la catedral, a la que seguirá un encuentro fraterno con los fieles en el jardín contiguo al templo. Será el domingo 15 de octubre. Ese mismo día, por la tarde, la catedral de la Almudena acogerá una oración ecuménica. La dimensión de la visita se explica por sí sola, pero un encuentro con el rey Felipe VI, jefe del Estado, la coloca en su lugar. Cabe recordar, además, como señala Bessarión, que el patriarca y la madre del rey, la emérita reina Sofía, son amigos.
La visita de Bartolomé concluirá con dos momentos importantes en su relación con la Iglesia católica, pues el líder espiritual va a ser investido doctor honoris causa por la Universidad Pontifica de Salamanca y visitará la Conferencia Episcopal Española (CEE), en cuya sede se reunirá con su presidente y secretario general. Allí mismo, tendrá una breve comparecencia ante los medios de comunicación.
200.000 fieles
La comunidad ortodoxa vinculada al patriarcado suma entre España y Portugal un total de 200.000 fieles, en su mayoría ucranianos, aunque también hay búlgaros y serbios. Tiene clero propio, aunque una parte no está dedicado exclusivamente a la tarea pastoral, pues deben ganarse el pan con otro trabajo, algunos en la construcción o en el campo. Y tienen dificultades para encontrar lugares donde tener su culto. Es cierto que pueden ocupar algunas horas templos católicos los domingos, pero echan de menos parroquias propias con presencia continua.
En este contexto, Bartolomé, según Bessarión, llegará a España para mostrar «la belleza de la Iglesia ortodoxa» y para transmitir el mensaje del amor y de la tradición cristiana común. También «el de la paz de Cristo, el mensaje de paz para el mundo». «Bartolomé es una personalidad única. Fue el líder espiritual que habló desde el principio en contra de la guerra en Ucrania», añade.
El metropolita Bessarión espera que esta sea la primera de muchas visitas del patriarca ecuménico a España. Por lo pronto, el año que viene está previsto que viaje a Portugal y no se descarta que pueda hacer una parada en Santiago de Compostela. Andrés visitaría a Santiago. Ha tenido que pasar mucho tiempo, pero, concluye el líder ortodoxo, «nunca es tarde para peregrinar y descubrir la belleza de la fe cristiana en España y Portugal».